Por primera vez en un autobús de pasajeros (de los que tanto he entrado y salido), bajé la Rumorosa escuchando música en vivo: saxofones, clarinetes y platillos que ponían la piel chinita de escucharlos tan cerca... y tocaron mi canción favorita (complasencia), que por cierto, fue la canción favorita de mi abuela también, una de sus tantas herencias no-habituales.
jueves, abril 10
Quizás, quizás, quizás
Y la culpa la tiene Kamelie a la/s 12:19 a.m.
Etiquetas: Memorabilia, personal, viajes
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1 comentario:
uno de esos viajes escolares, o no recuerdo si en un tours, siempre me acostumbro a escuchar chaka y demas, pero una vez el senior juro k puso toda la discografia de led zeppelin, y casi lloro de la alegriaaaa
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