miércoles, febrero 14

Coleccionista amateur

Colecciono piedras. A decir verdad colecciono un montón de cosas que en realidad no forman parte de ninguna colección. Alguien dice que soy acumulativa. Quizá por eso me gustó la peli Un mundo iluminado.


Entre las pocas piedras que tengo en mi "colección" están dos corazones. Uno lo encontré en el sitio arquelógico "Vallecitos" muy cerca de el poblado La Rumorosa, en un equinoccio. También encontré un pedazo de cerámica, que quizá perteneció los nativos de la región y tenga centenas de años, o quizá alguien quebró una olla de barro y dejó regadas las pequeñas piezas. No lo sé.


La piedra más pequeña la encontré en un lugar más extraño aún: en el comedor de mi casa. No sé quien la puso ahí, ni dónde la encontraron. No lo sé, ni tampoco quiero preguntar porque de inmediato me sería confiscada dicha piedra, aunque en el pequeño museo que es mi recámara, los visitantes no han dicho nada aún sobre la exposición permanente de la cual forma parte.


Y ahí están, los dos corazones de piedra, aparentemente rugosos, fríos, duros, sin embargo, lo que muchos no saben es que tienen el centro relleno de chocolate, y son tan tibios como cuando es verano y se asolean al sol, aunque de manera forzada, ya que preferirían estar en casita metidos en un cuarto refrigerado y viendo películas.

3 comentarios:

Bioariel dijo...

corazón relleno de chocolate, jeje...malo ser uno de esos viviendo en Mexicali, je

Fernando Hurtado dijo...

ami me gustaria empezar a coleccionar algo diferente...

Marcos Legaspi dijo...

las piedritas muy adhoc al mes del amour.