Mientras los noticiarios y los programas de televisión comentan en nota roja el terrible deceso de la niña periodiquera, Mario Bogarín describe literariamente el suceso espantosísimo. Chéquen esto: "Hoy por la mañana un Mustang verde me arremolinó el cabello cortando la diaria cortina de polvo en el boulevard hasta estrellarse (con cierta discreción, tengo la impresión…) contra un trailer en el crucero de la glorieta dedicada a una inmunda estatua de Lázaro Cárdenas. Le acompañó en el viaje una miserable vendedora de periódicos, desde el aire solar hasta el pavimento ardiente, incluso tres horas más tarde, cuando el morbo me subyugó a asomarme de nuevo, nadie se dignaba a levantar la pila de diarios desperdigados por el piso, al lado de las coquetas gotitas de sangre que más claras brillaban junto a las esquirlas de cristal. Y yo lo vi todo. " |
miércoles, noviembre 16
Blogtour
Y la culpa la tiene Kamelie a la/s 7:58 a.m.
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