Hasta que llegó Ernesto o cómo fue que empezé hacer una cibernauta

Festejando 10 años en el ciberespacio Resulta ser que hace 10 años era una universitaria (de comunicación, porsupuesto) entrando a la nueva era. Así es, recuerdo perfectamente cuando mi profesor de quién sabe qué materia (porque me dio 10, sí ¡10 materias!) Fernando Vizcarra llegó diciéndonos que la UABC, entraba al internet, que era una red de informática en donde las comuptadoras estaban conectadas y que él acababa de ver la demostración en que estaban conectados los profesores cimarrones con las universidades de otros países. Nosotros no nos imaginábamos el alcance de esas palabras. Semanas después, nuestro maestro oriental de estadística nos explicaba que los beneficios: que en el internet podríamos conseguir libros gratuitamente, únicamente nos costaría el costo de la llamada de larga distancia. Nosotros no podríamos creerlo ¿será mejor una llamada a París para conseguir un libro? ¿no es mejor que te lo manden por mensajería?, ¿los documentos faxeados ya son una opción, no?: esas eran algunas de nuestras preguntas. Así eran los comentarios de los que ya habían estado en contacto, profesores mayores de 35 años, con un asombro que hacía mayores nuestras preguntas y expectativas del asunto. Hasta que llegó Ernesto. Ernesto es un comunicólogo de Mexicali, pero se fue a Monterrey y regresó a Mexicali y por eso le tocó entonces darnos la clase. Bueno, pues era un chavo, como de 27 o 28 años y andaba con muchas ondas de computación y todo ese rollo. Nos daba la clase de "Teoría de la imagen" y pues aunque no era 100% relativo nos dijo un día: "Nos vemos mañana en el edificio de Investigación y Posgrado. Van a conocer el internet". Pues ahí estabamos como a las 7:30. Entramos a la sala de computadoras. Yo apenas sabía el word y bueno, esas pantallas estaban requeteaburridas. Yo ya conocía la sala porque en ese entonces trabajaba medio tiempo para la uabc, hasta conocía a la gente de ahí. Que netscape ni que explorer, era todo muy anticuado, el programa era en blanco y negro y sin ningún diseño. Y bueno, la clase había empezado ¡a chatear se ha dicho!. Ernesto me puso a mi el nick "malasuerte" y pues empezaron a decirme ¿Porqué malasuerte" ¿estás bien? ¿qué te pasó? y yo... ¡no sabía como contestarles!, tantos botones, tan complicada esa pantalla en blanco y negro, o ¿negro y blanco? ¿o negro y verde? . Pues ahí Ernesto saltaba de computadora en computadora ayudándonos con eso del internet. Pobre Ernesto. En fin, nos pasó una lista de direcciones de sitios para chatear, hasta el momento es el único maestro que recuerdo habernos instruido en algo así. Todas las direcciones eran así como 2.315.625, todas eran números. La más cercana a nuestro munco era el BBS del CETYS. Meses después en la entonces biblioteca de la UABC pusieron computadoras para consulta en internet. Yo asistía para entrar a foros de cine principalmente, de manera secundaria entraba a los BBS. Adriana, una compañera mía, no le importaba ir de la Facultad de Ciencias Humanas (FCH) al campus diariamente a chatear con su adorado españolito y sus nuevos amigos bebeseros (así se llamaba antes a los chateadores, por el BBS, pues).Ernesto Vega regresó a Monterrey pero dejó en nosotros esa onda de entrarle a las compus. Recuerdo que en las computadoras de búsqueda de libros, que por cierto en años sólo servían para eso) empezaron a tener un leve añadido, así es como exploré por esa opción hasta convertirlas en compus para bebeseros. En la FCH nadie se había percatado de eso, y mientras alguien buscaba algún ejemplar en la máquina, yo estaba dándole un vistaso a los foros del BBS. Creo que aún conservo la libretita de direcciones con los bbs más interesantes. Desde hace 10 años he estado en hotmail, es decir, ya soy de las veternas en el ciberespacio, antes que existira el yahoo pues. Mi primera cuenta era karlam@hotmail.com, de hecho me inspiró el e-mail de Ernesto que ponía su nombre agregándole la incial de su apellido: erenestov@hotamil.com. También fui kammo@hotmail.com, pero por una extraña razón me puse una clave tan extraña que nunca pude acordarme de ella en en el otro caso creo que me dieron de baja porque en meses no chequé el correo. Ahora uso una cuenta, también de hotmail, que alguna vez sacó mi amiga Iliana para nuestro fanzine y que al desparecer la publicación pues me lo quedé como herencia. Recuerdo que como en el ´97 acondicionaron una salita especial a la entrada de la biblioteca del campus de la universidad, tenían como 6 computadoras a lo máximo, te tocaba de 30 minutos, tenías que dejar la credencial, y había como una hojita comunitaria para que apuntaras direcciones clave en la búsqueda de información relevante, ya que antes no existía la opción de búsqueda (recuerden: no existía el yahoo), es decir, diccionarios, enciclopedias, o temas importantes en tu área de conocimiento. Posteriormente, hace nueve años, en esas maquinitas hice mi página en angelfire.com, era una revista en su versión electrónica la que vacié. Tan sencilla como lo es este blog, es decir, te ponían las opciones de diseño y ya. Ahí estábamos. Lo complicado era subir las fotografías. A finales de 1997, asistí a Tijuana a un curso de investigación en la Universidad Iberoamericana, pero en realidad, a lo que iba, aunque no lo supiera, era a aprender el lenguaje html. Desde entonces han pasado muchos años, 10 para ser precisos, pero bueno, aún no se me quita la maña.