Instinto animal, algo de lo que hay que aprender

La comida.


A la edad de mi Barbie, que ya es adulta en el mundo de los perros, y según dicen los conocedores, se recomienda darle comida una vez al día . Como yo soy muy consentidora, a mi Barbie le ofrezco dos raciones diarias bien copetadas de su alimento, a veces se lo come, a veces no, depende de su apetito. Pero cuando me quedo dormida y no le pongo su cena, entonces me levanto de inmediato a llenarle su platito, esperando que lo devore, pobre -pienso- con casi 24 horas sin probar alimento (no incluyo los "premios" que le doy). Pero no fue así: lean.




El show.

Barbie convive por el cerco que divide el patio con Tyson, el perro de la casa, un boxer muy bien dado que si compartieran espacios, seguro la aplastaría con una sola de sus garras. Y es que les gusta jugar brusco a los dos. Bien, pues le ofrezco alimento a la pobre perrita que lleva un día entero sin comer. ¿Qué hace Barbie? Cierro la puerta y la observo desde la ventana. Barbie apenas prueba alimento, muy aprosa, da vueltas como loca, camina rapidísimo, a veces corre, y va haciendo ochos por el patio, esperando que Tyson la mire y se acerque para ver qué está pasando. Lo logra Tyson se acerca y quedan frente a frente en el cerco.



El ejemplo.


En eso Barbie ¡deja caer algunas croquetas por el cerco! Tyson las toma y se las come, Barbie repite la acción dos pasos adelante y Tyson vuelve a probar el alimento de Barbie. ¿No les aprece increíble? El hambre que ha de haber tenido la Barbie y aún así se acerca a convidarle de lo suyo. Tyson le encanta la comida de la Barbie, y Barbie la de Tyson, les gusta la comida a la que no están acostumbrados. Observando esta conducta, pienso en el instito de los animales y creo que Tyson es líder frente a Barbie (¡semejante animalón, hasta yo lo respeto!). Barbie, le ofrece el alimento que acaba de "atrapar" (...ajá, de recbir de MI).



Barbie alguna vez me ofreció una paloma, acababa de llegar a trabajar y se acercó con una paloma en-te-ri-ta en su hocico, como diciendo "ya hice la comida ¿quieres?". Oh, mi Barbie, es muy buena compañía; a veces creo que su instinto es un rasgo de su personalidad mucho más bello que el de muchos humanos, desgraciadamente es así.