lunes, junio 18

Recuento de últimas casualidades

Viernes.

Iniciaría el afterparty generacional, cuando al entrar a la casa un compañero, también músico, dijo un chiste o algo parecido, lo sabría, de no ser porque perdí toda concentración a partir de que dijo "La pantera rosa". Le comenté la familiaridad que me resultaba esa mención, a partir de su compositor... "¡Henry Mancini!" dijimos simultáneamente. "Hiciste mi suerte de hoy" le dije al compañero.



Sábado.
-En la tienda Target busqué mi camiseta de Audrey. Mala noticia: se había agotado. Buena noticia: Había una más bonita con un estampado warholiano. Mala noticia: No había de mi talla. Resultado: me llevé la camiseta una talla mayor a la mía.



-En la tienda de música y películas FYE encontré en la sección de usados el DVD "My Fair Lady" en su edición de aniversario. Por supuesto, estoy próxima a devolver él DVD que minutos antes habíamos encontrado en Target.





-Gabrielo me acompañó a la tienda de ropa "Forever 21", para ver un vestido que me había llamado la atención. Al llegar al maniquí me di cuenta que era dorado (¡yiac!). Lo que me había gustado es que la camiseta que traía debajo el maniquí se parecía a una que tengo y que podría hacer una combinación semejante, aunque esta tenía un estanmpado, que sólo pude observar descubriendo un poco el vestido. Le dije a Gabrielo: "Creí que quizá sería un estampado -mientras yo veía la "racka" detrás del maniquí- como de... un rostro -y yo tomaba la camiseta, la primera, una muy mal acomodada, típico de esa sucursal-... como el de Aud..." y de repente se desplegaba un rostro muy familiar "...drey!" Sí, era Audrey Hepburn, la misma imagen que tengo en cartel. Gabrielo me dijo que creía que había ido minutos antes a esa tienda y acomodado esa camiseta donde habíamos prometido ir. Quizá al ver mi asombro y confusión no continuó más con esa falsa conjetura y compartió mi asombro.





- Después fuimos a ver la cinta "Nancy Drew", cuya protagonista es una jovencita que se obsesiona con una actriz del cine en blanco y negro, ya fallecida y descubre un secreto. Si me preguntan si me siento identificada con ella, les diré que no, por supuesto. Qué casualidad.





En los últimos días hablé muy mal de la película "The Number 23" y la arbitrariedad de los realizadores al elegir ese número como obsesión. Ahora me siento como Kamelie carey. Uy, qué miedo. Bah
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