jueves, junio 7

Miniresumen resumido.

  • Estuve en Tijuana. Organicé un evento y me dio gusto volver a mucha (pero mucha) gente de allá. Fui a la Feria del Libro y me comí una paella riquísima. Saludos a mis dos lectores tijuanenses.
  • Curiosamente regresé a Tijuana, fui a ver a Manú Chao. Me gustó más en Coachella. La Plaza de Toros de Playas no es tan grande, que la de Mexicali, mucho menos bonita. La gente se estancaba en las entradas. Finalmente ocupamos un lugar... aburrido, a un lado de nosotras estaba un periodista del Zeta de Tijuana. Parece ser que se aburrió primero que nosotras y se fue a mitad del concierto. Buscamos un lugar mejor, pero no había, porque en el que escogimos una tipa negroide fue atrapada por pleitera. Al ratito un vaso con hielos se derramó en mis pantorrillas, algo bueno de llevar zapatos de metedera, calcetines quitafácil y bermudas esa fría tarde tijuanense, el agua no mojó mucho. Terminamos comprando aretes y pulseras en los tendidos de afuera. No fuimos los únicos que se retiraron antes de que se acabara el evento, el cual era un copy-paste del que vi el 30 de abril. Quisimos firmar esa hoja que dijo que estaría afuera para liberar los presos políticos de Oaxaca pero como que la iban a poner al final final, no había nadie atendiendo ahí.
  • Lo mejor de mi segunda ida a Tijuana fueron dos cosas.
  • La primera es ver la Rumorosa quemarse. Nunca había visto eso. Llamas altas arriba y abajo y otras a menos de 15 metros de nosotros. Pasamos la curva más peligrosa en medio de humo, apenas se podía ver. Ningún bombero. Un pasajero del camión me contó que en la mañana, cuando pasó por ahí, empezaba a quemarse, es decir, siete horas antes. Pareciera que no se puede haber incendios, que son puras piedras, pero cuánta ramita hay escondida.
  • La segunda es ver a mi amiga, después de tantos meses. Su departamento está padrísimo, está en lo alto de una loma semideshabitada, un clima perfecto. Se ven las casas, la playa y San Diego. Este punto incluye también la plática con otro amigo* y su novia de nombre Tusique, su hermano el Tusiquito menor y un reportero recién despempacado del D.F., fue pijama party, estábamos muy cansados pero cómo nos reímos. Gracias amiga.
* Este amigo maneja quemando llanta en La Rumorosa.

2 comentarios:

Fernando Hurtado dijo...

me hubiera gustado ver la rumorosa asi... tomaste fotos?

Tapiocadas dijo...

te contare la verdadera historia de la quemason en la rumorosa:
resulta que de los tantos viajes de ida y venida de cada semana me encuentro con trailers volcados o colgando por el presipicio.
pero ultimamente a habido dos grandes que se volcaron y se quemaron.
el primero fue en el puente llegando a tijuana, ahi donde esta el cimarron dando la bienvenida. el cual tardaron todo un dia en apagar el incendio, el cual hasta ahora el puente esta a cupo limitado.
y el segundo es el que se volco en la rumorosa y esta casi medio cerro quemado, el cual cuentan por ahi que el conductor salio corriendo y despues de pensar que hiba a estallar se acerco a abrir el tanque de descarga por que de lo contrario estallaria y despedazaria el lugar. dicen que cuando lo abrio salio corriendo por que en vez de correr hacia arriba de la montania corrio hacia abajo y la gasolina lo iba persiguiendo jaja no es cierto.
que huevos los del chofer no?