lunes, febrero 19

De paseos, mareos y Babel revisada.

Este sábado fui de paseo a Ensenada. ¿El objetivo? fue ver las ballenas. Siempre había deseado irlas a ver, si no es en San Ignacio en Ojo de Liebre mínimo en Ensenada. Se cumplió mi deseo. Cuando en el camino supe que el viaje duraba como 5 horas casi casi me arrepiento, pensé que iríamos en una barca pequeña, tipo los "náufragos mexicanos", pero no, esas embarcaciones se utilizan en otros puntos de la península donde hasta puedes tocarlas.

En el caminó me tocó volver a ver la película Babel. Realmente es buenísima la escena dónde el niño dispara al autobús, casi poética, cuando en la lógica de estos infantes es que todo aquel que recibe disparo pare su caminar, que se aplicaba por igual a un animal que a un autobús. Ver esa escena también en un autobús en la carretera Mexicali-Tecate, con similares paisajes, le da un plus a la experiencia de ver cine (o video, en este caso). Y ver la escena del cruce por Tecate con Gael y Adriana Barraza y a los 15 minutos estar pasando por un lado de la que se supone es esa garita, es algo cómo los post anteriores que contaba que te metes en la obra del pintor. Algo semejante me ocurría.

Compramos rico pan de Tecate. Como a los 40 minutos del camino me empiezo a marear, el efecto de mi pastillita antimareos se había desvanecido y estaba empeorando mi confort. Una segunda pastillita. Llegamos al malecón de Ensenada y de ahí partimos a mar abierto. Tercera pastillita.

Nuestro barco era cómodo. Podríamos ver el panorama en el primer piso o en el segundo. Nos dieron un mapita para ubicar nuestro recorrido. Nadie ocupó el espacio trasero, porque el olor a combustible es algo molesto.
Nos dieron un mapita para ubicar nuestro recorrido

Iba con la idea de que lo mejor que podría pasarnos era ver ballenas, ya hubo quien me platicara su experiencia de viaje y ninguna ballena apareciera. La guía en algún momento avisó que había una exhalación de ballena, cosa que pocos le creímos, y los que dijeron verla, fue más por sugestión que por otra cosa, tipo espectáculo de hipnotismo de Taurus Do Brasil.

Vimos decenas de delfines, que pasaban por d
ebajo, a un lado y enfrente de nuestra embarcación. Eso hubiera sido suficiente para mí, hasta ocho delfines en hilera brincando nos regalaban ese bello espectáculo. Simplemente grandioso.

Sin embargo, a los poco minutos y a casi dos horas de estar en mar abierto, cuando todo parecía estar en total calma y el sol brillaba a todo lo que daba, mi amigo Humberto, al lado mío, inmediatamente detectó la verdadera exhalación del enorme mamífero y dijo ¡Allá estaaaaaá!. La guía lo secundó. En verdad es impresionante ver a este animal de 15 metros y 35 toneladas, y saber que quizá lo vio también mi abuelo, cuando vivió en Ensenada, ya que los animales llegan a vivir hasta 65 años.

"¡Allá estaaaaaá!"

Corrimos con suerte, vimos varias. La ballena sale a tomar aire cada siete u ocho minutos, esa era la espera para verla nuevamente. Verlas exhalar, como en las caricaturas, las películas es emocionante, ahí, en vivo y en directo. Cuando enseñan la cola son realmente coquetas, y hacían que todos pidiéramos ver cola: "¡Cola, cola!".

¡Cola, cola!

Justo en esos momentos que se me acaba nuevamente el efecto antimareo y de nuevo la pastillita y calcularle media hora para que haga su efecto, chale, repartí pastillitas porque no quería que los niños ensuciaran mi chamarra, pero no sé porqué las mamás no van preparadas para esos casos. Luego pasamos a un lado de la Isla Todos Santos y ahí estaban las foquitas. Había una foca güerita, solitaria y muy coquetona.


Una güera muy coqueta

Pasamos a un lado de la Isla de Todos Santos

Al finalizar el viaje, ya en el embarcadero pasamos muy de cerca de "El Barco Hundido", que en algún tiempo llegó a ser restaurante, ahora es casa de varios lobos marinos. En cualquier época del año se puede subir a unas lanchitas que salen ahí del embarcadero, cobran menos que el viaje a las ballenas y te pasean por el área alrededor de 30 minutos y pasan por el barco hundido.

...Muy de cerca de "El Barco Hundido"


... casa de varios lobos marinos...


En el embarcadero estaban dos cruceros, son enooormes. Definitivamente: los lugares más lujosos en Ensenada estaban ahí.


Los cruceros se diferencian en tamaño con otras embarcaciones.

Incluso, traen la roca escaladora. Llegamos por fin a tierra firme, ah.. qué bonito. Traíamos un haaambre, bueno dos. Comí un coctel de camarón, una tostada de camarón y un taco de pescado. Posteriormente nos llevaron a La Bufadora. Lo malo de esta decisión es que ya muchos conocíamos el lugar y pudimos quedarnos para ver el desfile del Carnaval. Lo bueno, es que estaba muy lucidora La Bufadora y bufaba como nunca, muy bonito espectáculo, el espectáculo natural más visitado del estado. El fenómeno consiste en que el agua entra a una cueva y saca el aire por un orificio, lanzando el agua en minúsculas partículas y produciendo un ruido similar a un animal furioso.

Tenía mucha sed y antojo de algo, había muchas cosas para comer ahí. Me compré un coco tiernito y maté dos pájaros de un sólo tiro, el agua estaba riquísima.

Regresamos a Ensenada y había mucha basura en el Malecón, señal de que el desfile había concluido. Nos dirigimos hacia el Carnaval.

Nunca había ido a un Carnaval. Después de las seis de la tarde y pasado el desfile, todo se parece a nuestras Fiestas del Sol, a final de cuentas, una fiesta del pueblo. Puestos de cerveza, clamatos, vinos y frituras, lugares para adquirir accesorios como lucecitas, sombreros de princesa, coronas, barbas y bigotes, afros; tienditas de foto en llavero, foto con disfraces carnavalescos. Varios escenarios con jóvenes que subían a bailar reguetón, muchos escenarios vacíos, los músicos tocando música norteña en la calle, una pantalla gigante con las mejores escenas del rodeo, globos, algodones de azúcar, juegos mecánicos. Varios mexicalenses allá. Una foto con el burro, personaje de camisetas de la tienda.


Con Ceci, el burro y el antílope.

Y todo esto en menos de un día, en 20 horas exactamente. Cansados, pero vale la pena el viajecito, se los aseguro.

Fotos: Mauro Quintero.

9 comentarios:

Vivia dijo...

Que padre viaje.. yo tengo ganas de ir.. en cuanto te salio el viaje?...

Malu Herrera dijo...

mismo comentario... en cuanto lo del barquito? nunca me había animado porque pensaba que era una lanchita asi indefensa jajaja con quien lo contrataron?

Bioariel dijo...

Ay, como extraño Ensenada...sniff... a mi me toco ir a ver ballenas por parte de la uni como parte de la materia de Ecologia 2 y por parte de Mastozoologia marina y es algo maravilloso... me encantan los lobos!!!
PD a nosotros nos toco la suerte de ver nadar una tortuga laud, hermosisimas.

marsahn dijo...

hey q cura!!! a mi me da tanto miedo todo lo que puede haber en el mar!!! soy bien sacaton!!! jajaja!!!! conozco a ceci, jajajaja!!! que cura!!! es amiga de edgar y estaba en mi prepa!!! jojojo!!!

Fernando Hurtado dijo...

que bien te la pasaste, este fin de semana ire para alla....

52X Max dijo...

wow, suena como ke te la pasaste a toda

Ensenada es cool

Kamelie dijo...

Vivia y Malu: El camión en viaje redondo y la lancha (en viaje redondo también, jeje) salió en 500 pesos. Investigué y sólo la lancha costaba entre 200 y 240 pesos. Investigaré qué empresa era, creo que MG Tours.

Marshan: Mexicali es muuuy chiquito. Buena onda la Ceci, tengo años de conocerla, colega mía. Yo también soy sacatona con el mar, pero me llené de valor´: es más no levé cámara porque según yo me iba a ahogar y se me iba a dejar inservible como herencia.

Fhernando: suerte y que la pases bien.

Saludos a todos.

Marcos Legaspi dijo...

hubieras pasado a visitar a Ana que andaba por allá.

Kamelie dijo...

La empresa fue Mexitour, la que hace "tours" bien bonitos.