La pérdida de nuestras tradiciones familiares (fronterizas)

Hace pocos días les pregunté a mis sobrinos de qué se vestirían para la noche de ayer, Hallowen. Airy, de ocho años, me dijo que de Daphne, yo puse una cara de extrañeza y casi de asombro al imaginarla escoger a una diosa de la mitología griega, pero inmediatamente continuó: "La de Scobby Doo, la peliroja". En ese momento me imagino vestida de Michelle Gellar, no mucho cambio en ella.

Pero aún faltaba que el más peque, Ricki, me dijera su disfraz: "...de... ¡Camole!". Pensé que de aguacate o algo así.. pero después recordé que cuando ellos junto con un tercer sobrino jugaban por toda la casa a los superhéroes Ricki siempre escogía ser "Camole".

Para él "Camole" es él:

Pienso que Ricki conoció a la par el guacamole y La Mole, el superhéroe. Por eso como que los confunde, por lo menos es mi teoría. A lo mejor sería más sencillo para todos que La Mole fuera verde... pero no, porque si no parecería Hulk ¿verdad?

En fin, no los vi, porque ellos viven en EUA y allá piden su triqui triqui. Mi familia, norteña por generaciones, nunca ha hecho altar de muertos ni nada de eso. Por lo que para mi familia esa tradición es mucho más lejana que el Hallowen. Yo acá sí doy dulces, pero este año no, ya que regresé tarde del trabajo y con una megagripa. De todos modos, tristemente pasó nadie. Esa era una de las cosas más emocionantes del fin de año de mi infancia.