Yo: la más Flan´s de todas

Flan´s fue todo un fenómeno a finales de los ochentas. Las niñas entre 8 y 12 años no podíamos vestirnos tan extravagantes como Madona ni Cindy Louper pero sí queríamos vestirnos de colores fosforescentes, telas lycra y pararnos los copetes con espray. Entonces, en el momento más oportuno llegó Flan´s. Nosotros éramos tres hermanas: Flor (curiosamente la más pequeña y güerilla de nosotras) se vestía con colores brillantes, blusones amplios y se cortaba el pelo tipo melenita a la Ilse; Celeste (la de en medio) se ponía unos lycra negros, como de ciclista, y camisetas rosas fosorecentes tipo Ivonne; por mi parte me gustaban, como Mimí, las faldas largas (lo que ayudaba a cubrir mis piernitas flacas) y unos blusones con leyendas y a veces hasta abstractos. Ahí estábamos: las Flan´s de Mexicali. Poníamos su música todas las tardes y bailábamos Bazar con sus coreografías, por supuesto se nos unían nuestras vecinitas. Allá por 1986 iban a llegar las Flan´s a la Plaza Calafia. Yo, la más fan de todas, quería ir a eses concierto pero como nunca había ido a uno solo, pues tuve que decirle a mi mamá que me comprara el boleto y me llevara. Apenas entraba a la secundaria y aún no tenía las superamigas que te acompañarían al concierto, o sea: iría sola. Así con miedo, con mi falda larga blanca y mi blusón de mezclilla, mi copete parado y mi camarita, asistí yo y mis ganas de ver a mi grupo preferido. Fue mi primer concierto. ¡Uy qué nervios! Había sillas en el ruedo, todas acomodaditas, muchos niños, adolescentes, jóvenes y papás que acompañaban a sus hijos. Y yo sola, entre gritando y cantando las mejores canciones de su primer álbum: Bazar, Tímido, 20 millas, Entre la Trinchera y varias más. Al final todos nos paramos en la sillas, papás y niños, jóvenes y no tan jóvenes para aplaudirles. Yo no quería que nunca se acabaran, que nunca se fueran. Pasó mi madre por mí. Los programadores en la radio continuaron pasando su disco en el trayecto de regreso a casa. Ese fue mi primer concierto.