domingo, mayo 24

Vivía sola de lunes a viernes

¿Vives sola o con tus padres? De vez en cuando esta era la pregunta que me topaba con personas nuevas, que venían de fuera y empezábamos a conocernos. Para mí era difícil de responder, bueno, dejémoslo en "complicado". A veces les decía que en casa de mi madre y ya, suficiente, pero otras, cuando quería que la plática quizá se tornara un poco más larga, les decía que vivía sola únicamente de lunes a viernes, ya que sábados y domingos sí vivía con mi familia. Ahí empezaban una serie de explicaciones que en las últimas ocasiones remataron en una larga entrevista con medios de difusión internacionales.


Así, la televisión china y la prensa francesa hablaron con mi familia binacional que, como tantas familias mexicalenses y otras de frontera se las averiguan para vivir y convivir entre dos países. Al incio, mi madre aceptaba amablemente, pero ya he visto que se está cansando de recibir a gente que nunca ha visto y que no volverá a ver para platicarle de nuestra vida. Hemos sido una familia binacional desde hace casi un siglo. Relatos de la abuela de episodios binacionales datan desde antes de su nacimiento en Arzona, en elaño 1926. La Ley Seca, la II Guerra Mundial, el presidente Kennedy y las actuales ansiadas designaciones de nacionalidades, tanto norteamericana como mexicana son tema distintivo de nuestra familia.


Ahora seré más delicada a invitar a periodistas extranjeros a la casa de mi madre, porque además, desde hace unas cuantas semanitas ya no comparto su casa los fines de semana, bueno, casi, porque la frecuento con regularidad, como a ella le gusta. Ahora me fui a vivir con Barbie, mi perrita que ya casi se volvía loca de soledad. Así es, ella tenía casa para ella sola y ya le faltaba su Kamelie cerca. No percibo gran diferencia a mi vida anterior, sólo que la comida se me hecha a perder con facilidad (es mucha para tan poca actividad en la cocina).


Estoy muy contenta porque he descubierto a una gran vecina. Pensaba que tenía una vecina buena y una mala, refiriéndome a las del lado izquerdo y derecho de mi casa. La casa de frente estaba recién desocupada. Después un matrimonio joven la ocupó. He sido muy afortunada en tenrlos frente a mí. Y no lo puedo creer, tengo muchas coincidencias con ella, además de ser recién llegadas al barrio y vivir una frente a la otra, ambas tenemos similares edades, estudiamos la misma carrera, con uandiferencia de un año, lo cual no significa que compartas el mismo círculo de amigos, pero... ¡compartimos el mismo círculo de amigos! El 90% de las personas que me mencionó los conozco y me caen superbien, creo que ella era la única a la que no conocía, de hecho sin saberlo casi nos vemos en la reunión de amigos en un rancho varias horas de aquí. Ahí no para la cosa: también nacimos el mismo día y su hija lleva mi nombre.

La otra vez estaba yo metidísima en el jardín podando unas topiarias y se acerca a la banqueta a comentarme algo. En ese momento tuve un flashback a la serie que sucede en Wisteria Lane y casi me vi en los zapatos de Bree, pero creo que ellas aún no han hablado de garrapatas y drenes subterráneos.

La vecina y yo, nos cuidamos la casa, yo almaceno su correspondencia cuando salen de la ciudad y ella me regala deliciosos cupcakes. Somos buenas vecinas, espero que seamos algo así como las buenas vecinas que tenía mi abuela.

Hace poco estuve dos horas encerrada en mi jardín, entre la superbarda frontal y mi casa. ¿Las llaves? Bien gracias, adentro superbien guardadas. La única llamada al celular que me quedaba no sirvió para traer al principe azul a mi rescate. Ella me ayudó y aunque no encontró una escalera para brincarme, me prestó su teléfono y pude llamar a un cerrajero que no pudo hacer nada más que cobrar la gasolina que gastó. Después llamé al príncipe azul y como a la tercera llamada lo encontré y vino corriendo a mi rescate. Y todo por Breenda, mi vecina maravilla. Además Breenda tiene muchas actividades muy interesantes. Y bueno, cómo sé que lo más probable es que lea esto ¡Saludos a la mejor vecina! ¿A poco no soy una suertuda?

2 comentarios:

Tony Ahumada dijo...

Me intrigó la historia de tu familia y la foto, ojala algún día nos cuentes más. O la mejor ya lo hiciste y no me toco leer ese post :-).

Saludos.

Kamelie dijo...

Estimado Tony:

Haz leìdo bien mi blog, no he hablado de ella. No descarto en un futuro lejano ir contando esa historia, que por cierto, es compartida por muchas familias chilaneses.