jueves, diciembre 7

La casita de mi Barbie

Hace semanas pensaba comparle su primer casita a mi pequeña mascota Barbie, una schnauzer miniatura de un año y dos meses de edad. El invierno pasado, cachorrita aún, la pasó dentro de la casa, pero hoy, ya un poco más grande tiene que dormir afuera y cuidar la casa de los malvados ladrones, pero sobretodo de los infames gatos. Ah... me hubiera gustado comprarle algo muy refinado y de buen gusto, como esto:


Una casita demasiado nice
Viéndola bien, supuse que sería muy ostentoso para nuestro humilde patio y además no sería tan fácil de comprar por estos lares. Sin embargo el pasado fin de semana mi Barbie estrenó su casita gracias a su papá Gabrielo. Generalmente nos imaginamos y hasta deseamos una casita de pero como esta:
Esta casita no es ergonómica
Pero, a pesar que este diseño sea el más difundido y popular, no es ergónomico para los canes, ya que cuando se echan lo hacen de lado, por lo que diseño como el de arriba sería útil sólo cuando se eche de frente. Por lo anterior, decidimos comprarle esta casita a la Barbie:
Esta misma casita la tiene mi Barbie

Es de cedro, liviana, calientita en invierno y fresca en verano. Si tienen mascotas con casitas de plásticos ¡cámbienselas! ¿no saben que en calor queman y en invierno están como hielo? Esas sólo sirven del viento y de la lluvia, o sea, dos veces al año aquí en Mexicali.
De plano que ni en Alaska funcionan
La armé como en 30 minutos o menos y se la acomodé cerca de su lugar de comida. El problema apenas inciaba ¿cómo decirle que ahí sería su casita? ¿que todas las noches se tenía que meter adentro, echarse y dormir?. Bien, les platico cómo se fueron dando las cosas hasta que ahora duerme en ella. Desde que la estaba armando la dejé que entrar, primero al piso, después al piso con paredes, ahí le daba premios y cariñitos mietras entraba y salía. Cuando la teché la tomé y metí en su casita acariciándola para que no tuviera miedo o pero aún, claustrofobia. No fue fácil, eso lo repetí unas cuatro o cinco veces en un lapso de dos días. El primer día segía dormida en su camita + tapete. Entonces metí el colchón de su cama a la casa, me deshice de la base de su colchón , así como el tapete. Además su cobija la puse como tapete de su casa, para que estuviera abrigada. Un segundo tapete se lo dejé como "porche". Creo que durmió esa noche en el porche, por lo que me deshice del segundo tapete. Dice mi mamá que en una ocasión, durante el primer día la miró salir de la casa. Eso aún yo no lo comprobaba.

Fue difícil saber si dormía en ella, generalmente cuando alguien se acerca ella corre a la puerta, ya sea de día o a medianoche, ella está al pendiente de cualquier ruido o movimiento cercano a ella y no podíamos realmente saber si utilizaba su nuevo hogar o no. Poco efectivo el espinoaje.

Al segundo día sacó la cobija para jugar con ella. Entonces aproveché para meter el tapete y esconderle un par de premios en él para que entrara y se sintiera segura. Creo que algo empezó a funcionar porque después de ese día siempre que llego de noche Barbie sale un poco adormilada de su casa, con cortinas de plástico y tapete rosa, con un cojín rojo de Santa Clós y un collar de brillantes de colores, como buena Barbie que és. Desde entonces tiene su propia casita.
Barbie y Kamelie

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Donde venden esas casitas, como la que le compraste a Barbie?

Anónimo dijo...

Hola Karlita. Muy ameno tu blog. Felicidades y un beso.