Las sorpresas de la vida.

Y pues cumplí años hace excatamente una semana, pensé que en mi trabajo me festejarían, como todos, o a lo mejor no, pues los cumplí en día no laborable. Cuando eso sucede y queiren en verdad festejarte pues lo hacen el viernes o el lunes. Pero no, el mío fue el hasta el jueves. Hubo varias cosas de mayor peso que esta celebración, sin dudarlo. Resulta que el día viernes casi las 3/4 partes de mis compañeros se fueron a huelga. El lunes nos enteramos que el único hijo de una compañera de esta misma organización (a la que el año pasado se le murió el marido) lo asesinaron en Tijuana. El martes fueron los funerales. El miércoles hubo mucho trabajo por que el jueves se iban a a ir a una reunión los directores fuera de la ciudad. Y con los directores fuera... ¡pues me hicieron ua minicelebración! Pastel, papitas con dip, sándwiches, sodas, nieve. La verdad pensé qué mala onda, pero noooooooo, mi secretaria me pidió permiso para salir a un asunto. Luego de un rato, en nuestros respectivos 30 minutos de comida, alguien me llamó para que saliera a un departamento por el cual tienes que pasar para ir a los jardines y... ¡hasta ese momento sospeché algo! Salí de la oficina, poca gente que me voletaba y preguntaba ¿ya va a bajar? y yo: ajajá... creo que me estoy imaginando aaaaaaalgo. Generalmente en la foto del recuerdo sale el celebrado y los que casualmente están a su alrededor, pero yo no quise eso, les dije "A ver, acérquense, que salgamos todos ¿o me van a dejar solita? Y como que nadie quería, o no se atravían a ser los primeros y que los demás no los secundaran, en eso, les dije "O vienen acá, o yo....(parándome frente a ellas en posición de pose fotográfica) vengo con ustedes". Y así, regresé a mi lugar y uno a uno se fueron acomodando y nos tomaron una linda foto grupal, éramos como 25. Creo que una foto así no la habían sacado desde que vino el gobernador a inagurar estas oficinas. Bueno, así fueron las cosas esta semana, entre otras, entre ellas: El maravilloso disfraz de brujita que le comré a mi Barbie. El par de chistosas anécdotas con los oficiales gringos al pasar a EUA. Espero contárselas pronto.