País: Estados Unidos de América. Año: 2006. Duración: 1hr 49 min. Dirección: M. Night Shyamalan Actúan: Paul Giamatti, Bryce Dallas Howard, Andrew Aninsman, J. Bloomrosen, John Boyd, James Breen. 2 estrellas Del mismo creador de Sexto sentido, Signos, La Villa y Stuart Little, el indú M. Nigth Shyamalan ofrece una cinta similar a las anteriores. Y digo que es parecida, a excepción de Stuart Little porque mantiene en el transcurso de la cinta una tensión exacerbada, en ocasiones más lograda que en las anteriores, y en esta en particular causa algo de desesperación. Al ver La dama en el agua nos damos cuenta de los hilos invisibles con los que trabaja Shyamalan en sus películas de este mismo corte, y en general de todos los escritores o quienes utilizan los elementos tradicionales de la narrativa, utilizan esta estructura proveniente de las historias populares, el arquetipo por excelencia y que los lingüistas rusos estudiaron a profundidad. Estos rusos develaron la existencia de una morfología de lo narrado. Acá Shyamalan toma cada uno de estos elementos y los sitúa en un humilde edificio de departamentos, una idea original, pero difícil de aceptar actualmente, ya que estamos acostumbrados a que las historias de fantasía tomen escenarios totalmente irreales (El señor de los anillos). Es así, como a través de una antigua y misteriosa historia oriental se sabrá cuáles son los atributos de cada uno de los inquilinos, el papel que desempeñarán. Y así se va la película, en descubrir los papeles que interpretarán cada uno, enfrentando situaciones particulares para saber quién sí y quién no interpreta al protagonista (héroe), a la autoridad (rey), al amigo o colaborador (donante), al auxiliar mágico, al agresor, al falso héroe, entre otros. Esto, sin duda, se presta para un extenso análisis formal, lo que nos llevaría a recapitular las 31 funciones del relato tradicional, y observar La dama en el agua con sus variables y sus constantes en su contenido, aunque interesante, queda fuera de los intereses de esta columna. Pese a esto, podríamos pensar un poco en esta estructura y decir que el director hizo las combinaciones de estas funciones y de estos personajes de buena manera, nada de qué sorprenderse. Por otra parte, algo que puede resultar incómodo es la comicidad que involucra en cada escena, sin discriminar momentos y regando situaciones hilarantes a diestra y siniestra. Particularmente resulta gracioso que Reggie (Freddy Rodríguez) se autonombre objeto de investigación al hacer ejercicio sólo con los músculos del lado derecho. De igual manera, es realmente pobre la actuación del director en su propia cinta, resultado de ello es el personaje con la misma cara de pasmado del principio al fin. Aunque hay excepciones en actuaciones fenomenales autodirigidas, como la de Woody Allen, por ejemplo, esta no es una del grupo afortunado. Una película recomendable para quienes quieren ver en la pantalla grande historias de fantasía, ubicadas en un mundo cercano al real y con personajes como uno. También para los apasionados del relato formal o estudiantes de Literatura y Comunicación. Otras películas para ver: …Una historia verdadera de como el estudiante mejor portado cae en manos de la pasión por una sensual bailarina, hasta ser un obstáculo en su carrera: Crazy Love. (Whirlygirl, E.U.A., 2006) ..La pasión artística no se puede frenar ni con receta médica: Así en la tierra como en el cielo (Så som i himmelen, Suecia, 2004 ) |
jueves, septiembre 14
La dama del agua (Lady in water)
Y la culpa la tiene Kamelie a la/s 9:15 a.m.
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1 comentario:
espero verla pronto y que sea como las anteriores....
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