¡Aún las recibo!

Pensé que estaban pasadas de moda. Que con la llegada del e-mail y toda la parafernalia on line estas habían quedado en el pasado. Como mero recuerdo las veía y sí compraba alguna era porque me gustaba la imagen, de hecho las últimas que compré fueron de el Mexicali antiguo y las regalé a alguien que las colecciona. Pero hoy recibí una. Al principio pensé que era parte de la valija diaria y además era relativa a mis labores ordinarias, pero algo me hacía pensar que no lo era. Abrí el sobre y... ¡Era una postal! ¡Me mandaron una postal! Momento... ¿qué no en el trancurso de dos años es la tercera portal que recibo? ¡Cielos! Mis amistades aún siguen siendo chapadas a la antigua, qué felicidad.