Convoquemos a ese miedo que al tropezarlo adquiere cierta dulzura de imaginar lo que no fue de voltear para ver otra historia Tan distante el momento en que lo pronunciaste tan cercana como hoy que continúas diciendo mi nombre Posibilidades infinitas en un laberinto inacabado cuyos caminos permanecen construyéndose a si mismos proponiéndose luminosos mientras se sabe son tinieblas No queda más que imaginarnos desde nuestra fotografía que decirnos el pasado y regresar la mirada a tan perfecta promesa preguntándote ahora qué es lo que nos sigue |
martes, noviembre 8
Y la culpa la tiene Kamelie a la/s 6:02 p.m.
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1 comentario:
Se siente mas alla de la metafora, el verso alado, del fin del alma...
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