Cicatrices de batalla o cuando aceptamos que nuestras estrías aún están ahí.

La fotoinstalación de Karina Villalobos (Mexicali, 1976) es un espejo en el que muchos no quisieran verse. Es un espejo que agranda, que desde diferentes ángulos ense?a a todos los asistentes al Videofest los detalles (ésos detalles) que siempre ubicamos justo en el punto ciego de nuestro ojo en el momento de vernos desnudos.

Lo que Karina hace es mostrar varias fotografías perfectamente bien ordenadas y con el ritmo visual necesariamente imprescindible en ella, con las proporciones y balances propios de todo dise?ador o comunicador visual. Karina juega con texturas, no de paisajes, no de computadoras, no fractales, sino con texturas de la piel y no con cualquier textura, sino única y exclusivamente con las llamadas "estrías". Detenerse más de quince segundos frente a ellas es una prueba de que quizá el más grande de nuestros frívolos miedos ha desparecido. Cicatrices de batalla es una prueba de fuego contra nuestras propias trivialidades.

"Cicatrices de batalla" se encuentra en el Centro Estatal de las Artes en Mexicali, es la primera fotoinstalación de este prometedor espacio y supongo durará lo que el festival de video (27/nov).
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